21/6/12

Shi

"Tanto tiempo...
Desperdicios de minutos retozando en la boca de una mandrágora. Raíces secas abrazando algún hueso roto dormido en el suelo árido. Tu mano reposa suavemente sobre la mía.
¿Te sientes apesadumbrada? Imagina mi sufrimiento, hundido, retorciéndose en palabras suaves y gratas.
Soy de las patas mullidas y endurecidas por el camino, de pelaje sobrio, amiga de la noche, celador de estrellas.
Un caminante errante de aliento fétido, sabiduría corriendo por mi lengua canina, una mirada tuya y corro a tu mano fría y solemne: eres mi amo, la cordura hecha mujer. Te veo desfigurada en estos ojos amarillos.
¿Dónde vas? ¿Por qué me dejas?
En la soledad de tiempo dejo que fluya este instinto, recóndito el espíritu inquisidor, atado a cariño y humanidad. Pero las bestias no son dóciles: nacieron para atacar, defender lo que es suyo:la mente, el rencor, el humano entero es bestia.
Lobo de dos patas.
La hierba fresca retoza, rocío amargo.Siento frío."

¿Por qué empecé esta entrada así?
Aparte de porque se me da la gana comenzarla como sea, porque hace mucho tiempo que no dejaba fluir una parte de mi persona tan olvidada: Siempre he tenido la tendencia a comprender al hombre como el lobo del otro. Efectivamente, aludiendo a "Homo homini Lupus".
Quizás sea leve impresión mía, pero, en ocasiones, muy en el fondo ,sientes que "algo" te invade, y deja que pasen por ti pensamientos que jamás creíste concebidos, y que, sin embargo,los ves como si los hubieras elaborado en una de tus tantas noches de estudio...O de insomnio.
Si fueran las cosas como las describí en las escuetas líneas anteriores... ¿No has tenido la visión de verte perdida en cuerpo y alma, reencontrando tu cordura en mitad de la noche, con las fauces cerradas?

"Es de lobos, cuidar las fauces de carne impura, de celar la inocencia, de cultivar el instinto.
Caminante que hace camino al andar, el lobezno lo huele, lo memoriza, se sacia de ese aroma intenso, se respira café en el aire. 
Soy un lobo caminando entre los hombres, la sonrisa camuflada tras la bufanda, mirada cautelosa.
Las patas erguidas dirigidas hacia el horizonte, el pelaje desgreñado por el viento. 
Con el instinto fresco parto día a día caminando hacia el alba, la pasión late fuerte en mis garras."

-Lobezna - 
Probablemente continúe, en la medida que siga aprendiendo más de mis limites internos.
Un abrazo
Stella Maris